Medio nigeriano busca justicia para víctimas del sistema bancario

Jul 17, 2023 en Temas especializados
Cajero automático

El 25 de marzo, Tolu Temitope*, quien vive en el estado nigeriano de Lagos, recibió un correo electrónico alertándola de un inicio de sesión sospechoso en su aplicación bancaria. En cuestión de minutos, NGN65.000 (unos US$86) fueron sustraídos de su cuenta y acabaron en una dudosa plataforma de apuestas.

Cuando Temitope trató frenéticamente de acceder a su cuenta, descubrió que su contraseña había sido cambiada y se había convertido en víctima de un fraude bancario.

"Fue una experiencia horrible y me duele recordarla", dice Temitope.

Por desgracia, su experiencia no es única en la Nigeria actual. Muchos han experimentado problemas similares con el sistema bancario del país: transacciones fallidas, retiros ilegales y más. En 2018, los nigerianos perdieron más de NGN15.500 millones (US$41,6 millones) debido a actividades bancarias fraudulentas. En 2020, las pérdidas se estimaron en unos NGN5.000 millones (unos US$6,6 millones).

Los incidentes de fraude suelen quedar sin resolver, ya que los bancos nigerianos muestran una desconcertante reticencia a atender las preocupaciones de sus clientes. Las denuncias tampoco suelen ser atendidas con prontitud por la policía.

En medio de esta preocupante realidad, el periodista Fisayo Soyombo creó en 2020 la Fundación para el Periodismo de Investigación (FIJ). Uno de sus principales objetivos es abogar por la justicia en nombre de las víctimas del tambaleante sistema bancario nigeriano.

Por la transparencia

Como muchos nigerianos, Temitope se encontró con que su banco no estaba dispuesto a devolverle el dinero que le habían robado. "Denuncié el incidente en una de las sucursales dos días después, pero me dijeron que no había nada que hacer con mi caso", cuenta. "Me dijeron que era un caso de fraude muy difícil de rastrear".

Ante el bloqueo de otras vías para recuperar su dinero, Temitope contó su caso a FIJ. El medio publicó un informe y se puso en contacto con los representantes del servicio de atención al cliente del banco para exigir una indemnizaran por el robo. En tres semanas, Temitope recibió el reembolso.

"Agradezco la intervención de la FIJ", dice Temitope. "A muchos les han quitado su dinero y nunca lo han recuperado porque no tenían el canal adecuado para presentar sus quejas".

Casos como el de Temitope son la razón por la que Soyombo creó la FIJ. "Siempre he querido que mi periodismo me sobreviviera, que beneficiara a la gente, que resolviera problemas", dice. "Pensé que crear una organización centrada en justicia social y periodismo de investigación ayudaría a conseguirlo".

Las redes sociales de FIJ bullen regularmente con mensajes de personas que tienen problemas con los bancos. El medio también gestiona una mesa de impacto informativo, donde la gente puede presentar directamente denuncias de fraude bancario o mala gestión. En todos los casos, FIJ pide pruebas a las partes agraviadas, lleva a cabo revisiones exhaustivas y se pone en contacto con los bancos para recabar sus versiones de los hechos, que servirán de base para cualquier artículo que publiquen. FIJ tramita entre 10 y 20 casos al mes, y ha facilitado la recuperación de más de US$150.000 desde su fundación, de acuerdo con Soyombo.

Otro ejemplo de la labor de la FIJ es lo que hizo por Adetunde Peter*, quien, en previsión del programa de posgrado de su esposa en el Reino Unido, había ahorrado diligentemente GBP2.300. Sin embargo, el banco le negó el acceso a sus fondos, alegando que no podían acceder a su cuenta para retirar el dinero. Incluso después de ser informado de que la retirada era urgente, el banco negó a Peter el acceso y, como resultado, su esposa no pudo asistir a la universidad.

Peter se puso en contacto con la FIJ a través de Twitter. El medio investigó e informó sobre el caso y, finalmente, consiguió que su banco liberara el saldo restante.

"Si no fuera por la FIJ, sé que mi dinero seguiría atrapado en ese banco", afirma Peter. "Nuestro sistema bancario no funciona como debería, y si no tienes a nadie que hable y luche en tu nombre, te quedas desamparado porque hasta el gobierno hace la vista gorda".

Desafíos

A pesar de los desafíos financieros, FIJ se niega a aceptar publicidad o apoyo de entidades corporativas. Así espera preservar la integridad de sus informaciones y proteger a sus periodistas de influencias externas. Soyombo, por ejemplo, relató un incidente en el que un banco intentó anunciarse en FIJ, pero se retractó al enterarse de que FIJ seguiría investigándolo.

Aunque las investigaciones del medio pueden ser gratificantes, también suelen ser frustrantes, dice el editor Damilola Ayeni. Es común que los bancos no respondan con prontitud a las denuncias, incumpliendo el plazo máximo de respuesta de 24 horas prescrito por la normativa gubernamental. Esos retrasos pueden obstaculizar la cobertura, ya que la política de FIJ es contar con el punto de vista del banco antes de publicar un tema.

"Además recibimos amenazas", dice. Por ejemplo, un anónimo envió un correo electrónico a la oficina, expresando su intención de decapitar a los reporteros de FIJ.

No obstante, el medio sigue empeñado en ayudar a los nigerianos afectados por el sistema bancario.

"Los bancos han podido eludir el escrutinio gracias a la laxa normativa del sector y a la escasez de información en los medios de comunicación", afirma Soyombo. "A fin de cuentas, los bancos no nos interesan gran cosa. El verdadero interés de la FIJ es preservar los fondos de los clientes".


*Nota: los nombres utilizados no son reales.

Foto de Jake Allen en Unsplash.